TESTIMONIO "FOREVER THE SHOW"

¿Quién dijo que las segundas partes nunca son buenas?  

Cuando a principio de año se nos puso por delante la oportunidad de volver a encontrarnos nos invadió un sentimiento de nostalgia, alegría y calidez que solo sientes cuando sabes que vuelves a casa. Tardes interminables de ensayo y preparación de decorado volvían a posarse en tu retina como si de una película se tratase. Pero más especial todavía, volver a trabajar con la persona que nos unió a todos: Bea; en el lugar en el que, siempre que volvemos, somos felices: nuestro cole.

    Alguien dijo alguna vez que las segundas partes nunca son buenas, pues bien, el elenco de Forever The Show ha demostrado que se equivocaba. Ha podido verse este fin de semana en las tablas del escenario del colegio, donde: hemos aprendido que los gatos maúllan al unísono teniendo a alguien que los dirija, que no hay una familia igual que otra, que don Quijote no solo cuenta con su escudero, sino que tiene un ejército detrás (con yelmo y escudo), que un coche que aparentemente estaba para el desguace "puede quedar muy cool eh", que somos capaces de sacar muchísimas Sonrisas y también alguna que otra Lágrima, también que la lluvia en España puede bañar de alegría a muchas generaciones, que no importa cuán largo y tedioso sea el atasco, a los locos siempre nos verán bailando; que siempre merece la pena juntarnos un Año Más, que Dona y las Dynamos nunca pasarán de moda y que siempre nos quedarán nuestras monjas. Que la Revolución no solo se trata de luchar por unos ideales, sino de cambiar los corazones y todo ello sabiendo que el final no tiene porque ser triste, que un gran show, siempre tiene su Gran Showman y un equipo que le sigue en ideas. 

  Además nos han enseñado que sin el hilo conductor y el piloto correcto, todo esto sería una malgama de escenas inconexas. El cemento de esta experiencia: Bea (la eterna batuta sobre la que descansa un éxito detrás de otro), Paula, César, Jóse, Ana, Rocío, Ángela y Pedro. Sin ellos, y todos los que hemos aportado lo mejor de nosotros mismos, no habría relación entre lo que se muestra y lo que se siente: el espíritu perennemente joven de quienes algún día se encontraron a sí mismos gracias al colegio.  

The Show Forever no solo ha unido a un elenco maravilloso e inigualable, ha creado cadenas irrompibles de sentimiento de pertenencia común y un núcleo de material impenetrable que refleja que quién dijo que las segundas partes nuncas son buenas, se equivocaba.

  Pedro Souvirón y Juan Pablo Fernández.